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Godan Karate-Do
Clases de Karate infantiles, adolescentes y adultos.
Horario karate adultos y adolescentes
Martes y viernes de 19.30h a 21h
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Horario karate infantil
Martes, miércoles, jueves y viernes de 18h a 19.30h
Dojo de Karate en Badalona
Godan Karate-Do está basado en el Karate Shotokan y en la Tradición del Karate Jutsu, con las actualizaciones del trabajo a corta distancia preconizado por el boxeo occidental.
Con ello queremos acercar al Karate-Do la fluidez y el ritmo sin alejarnos de la tradición y los principios básicos de las Artes Marciales.
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El Sensei Juan Manuel Villegas crea esta nueva escuela basada en cinco principios fundamentales (Respeto, Tolerancia, Meditación, Motivación y Constancia) las cuales nosotros difundimos como Dojo de Karate en Badalona con Sensei Enric Sanmartín.
Un camino de transformación
Karate nace como una necesidad en el ser humano, ante las continuas agresiones recibidas por parte de sus congéneres.
Esta disciplina bebe inicialmente de los estilos Chinos de lucha de Shaolin Kung fu y el estilo de Boxeo de la Grulla Blanca. La mano china, como se llama inicialmente se desarrolla en las islas Riukyu o Okinawa por los alumnos de los embajadores chinos de la época.
Siendo inicialmente aprendido por las clases pudientes de la época, acaba practicándose por el pueblo, ante la ofensiva de los señores de la guerra japoneses. Se usa como defensa personal hasta el fin de las hostilidades y la anexión de Okinawa al reino de Japón.
Es entonces cuando, fusionándose con el espíritu Japonés de la perfección y de la importancia del gesto preciso y del espíritu (Shin) de todas las cosas, se convierte en un Arte Marcial al uso, con su vertiente de autodefensa, su función de desarrollo físico y psíquico además de su aspecto de camino de perfección y aspiración Espiritual.
En el Karate, al igual que en el Yoga, se busca la Unión de nuestros aspectos físicos, mentales y emocionales que al separarse nos debilitan.
Ello nos ofrece el retorno de nuestro poder personal llevando a cabo aquello que, magistralmente enuncia el célebre Paracelso en su frase: "Que no sea de otro quién pueda ser dueño de sí mismo".
